La gesta heroica de pueblos y comunidades campesinas y obreros en las primeras dos décadas del siglo pasado, persiste en la memoria de aquellos que han decidido seguir levantando las banderas de lucha por mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo.
A 101 años de haberse suscitado el levantamiento para que se efectuase la Revolución Mexicana, cuyo carácter reviste de democrático-burguesa, al no lograr las clases desposeídas de los medios de producción, llevar la dirección de su propio devenir, y haber sido usurpado el poder por la burguesía, se dio paso con ello al desarrollo del capitalismo en nuestro país.
Sin embargo, las condiciones que dieron origen al movimiento de grandes masas de obreros y campesinos principalmente, conformados en ejércitos populares, se refieren a la aplicación de una política de terror y sometimiento mediante la fuerza que bañó al pueblo en sangre, el despojo de tierras en manos de comunidades y pueblos indígenas lo que alentó el latifundismo, la entrega de los recursos naturales del país en manos extranjeras al otorgarles las concesiones para su mayor usufructo.
Todo ello sirvió de base para que luchadores sociales, revolucionarios de la talla de los hermanos Flores Magón elaboraran para el pueblo un programa de lucha revolucionaria para el derrocamiento del dictador Porfirio Díaz y lograr que el pueblo organizado tome en sus manos la dirección de su propio devenir.
Al igual que Ricardo y Enrique Flores Magón se unen a la lista de de héroes populares como Praxedis Guerrero, Emiliano Zapata, Francisco Villa (Doroteo Arango), Otilio Montaño, Felipe Ángeles, las hermanas Serdán que dieron la vida por un cambio revolucionario.
Debido al carácter que tomó la Revolución Mexicana, al ser aprovechada por la burguesía mexicana, las causas que motivaron la Revolución hoy cobran mayor relevancia, al padecer una política de terror y violencia implementado por el Estado mexicano, se reprime a los sectores organizados, se desaparece a luchadores sociales, y se ejecuta extrajudicialmente a la clase trabajadora.
La necedad y empecinamiento del espurio Felipe Calderón de “combatir a la delincuencia organizada” mediante el despliegue de las fuerzas castrenses (policías, militares, marina) sigue siendo una táctica fascista, queda demostrado que el verdadero objetivo tras esta faramalla discursiva y embestida policiaco-militar es reducir la capacidad de organización del pueblo y aniquilar los esfuerzos organizativos que se extienden a lo largo y ancho del país, una estrategia contrainsurgente que criminaliza la pobreza y la protesta popular.
Para ello, también se han reactivado y creados nuevas bandas paramilitares que operan en varias regiones del país, siendo en muchas ocasiones éstos quienes llevan a cabo las desapariciones forzadas.
Desde que la ultraderecha arribo el poder hemos mencionado que el combate al narcotráfico y la delincuencia organizada es una cortina de humo para instaurar un Estado policíaco militar, y que la violencia es generada por el mismo Estado Mexicano, aspecto que coincide con organismos defensores de derechos humanos como el informe oficial de Human Rigths Watch, publicado este mes, que dice: “Ni seguridad, Ni Derechos” menciona que a “Cinco años después de que el Presidente Felipe Calderón declarara la “guerra” contra la delincuencia organizada en México y desplegara al Ejército para que hiciera frente a los carteles del narcotráfico que operan en el país, la política del gobierno fracasa en dos aspectos. No sólo no ha logrado reducir la violencia sino que ha generado también un incremento drástico de las violaciones graves de derechos humanos, lo cual sólo ha conseguido exacerbar el clima de violencia, caos y temor que prevalece en muchas partes del país”.
La embestida del fascismo a través del PAN a la cabeza y orientada desde Los Pinos bajo un régimen neoliberal desmantela a los sindicatos, dejándolos en completa indefensión de sus derechos, en tanto privatiza los sectores que están a cargo del Estado, entregando al igual que en el porfiriato los recursos y riquezas del país en manos de empresas transnacionales, agudizando de esa manera a la polarización de las clases sociales fundamentales.
Al conmemorarse este 20 de noviembre un aniversario más de la Revolución Mexicana, sumamos a estas reivindicaciones la lista de héroes populares que han formado parte del proceso de cambios y transformaciones sociales y políticas en nuestro país: Arturo Gámiz, Rubén Jaramillo, Héctor Eladio Hernández, Ignacio Salas Obregón, Genaro Vázquez, Lucio Cabañas... y una larga lista de héroes anónimos que han caído enfrentando al enemigo desde diferentes trincheras.
Por ello, quienes conformamos el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo conmemoramos este 20 de noviembre el Día nacional del Héroe Popular, e invitamos a los demás esfuerzos organizativos a mantener viva la memoria histórica de nuestro pueblo, reivindicando a los luchadores sociales que han dado la vida en este proceso histórico de lucha.
Este 20 de noviembre nos estamos movilizando en Chiapas, Michoacán, Hidalgo, Veracruz y Puebla para mantener viva la memoria histórica de nuestro pueblo y para exigir:
Presentación con vida de todos los detenidos-desaparecidos por el régimen.
Presentación con vida de los luchadores sociales Edmundo Reyes Amaya, Gabriel Alberto Cruz Sánchez, Francisco Paredes Ruiz, Daniela y Virginia Ortiz, Lauro Juárez…
Libertad a todos los presos políticos y de conciencia del país.
Por la libre determinación de los pueblos y comunidades.
Solución a las demandas de las organizaciones populares.
¡POR LA UNIDAD OBRERA, CAMPESINA, INDÍGENA Y POPULAR!
FRENTE NACIONAL DE LUCHA POR EL SOCIALISMO (FNLS)
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