viernes, 16 de diciembre de 2011

¿ GOBIERNO ?

Por Augusto Solórzano López  

Tuxtla Gutiérrez Chiapas, 16 de Diciembre de 2011.-casi estamos terminando el año y a pesar de todo estás bien, firme y de pié por más que te quieran tumbar los vientos de la farsa, la componenda, la mentira y el engaño. México cómo le haces para no apestar con tanto muerto. Y esa montaña de seres que corren de un lado y c...orren del otro y aunque jadeantes sobreviven. ¡Qué brazos!, ¡qué fuerza!, ¡qué aguante!. Ni el sol, ni la lluvia o el frío y la obscuridad los doblega; qué estoicos y qué admirables. México y Chiapas. Chiapas y México. Pero yo no. Yo no soy fuerte, ni estoico, ni nada. Yo, no. No y ¡NO!. Me revelo. No estoy de acuerdo. No me importa el gobierno de aquí ni el de allá, ni su guerra, ni el narcotráfico, tampoco los criminales. Condeno la barbarie. Sí. A mi me importa la educación verdadera y la alimentación, para todos; total de la masa de más de 112 millones de mexicanos –pregunto- a cuántos nos interesa la mariguana, la cocaína y otras yerbas. A mi que me importa Salinas el del “primer mundo”, Azcárraga, Salinas Priego, Slim y la macroeconomía, si más de la mitad de los nopales seguimos con los frijoles y la tortilla con sal. A la serranía de ciudadanos queremos seguridad social, agua, luz, trabajo y un maldito peso para una “mejor, mejora, mejoral”. Qué cocaína, anfetaminas o no se qué... ¡Mis polainas! Eso es para los que pueden y quiénes pueden…¿? Que se embrutezcan los que quieran embrutecerse. Yo, como la inmensidad –y seguro estoy- del océano de mexicanos –eso- ni en cuenta. Y millones ni conocemos esos nefastos elementos y sus “viajes”. Que candidatos o candidatas que dizque para conducir al país o al estado. Elijan a quien se les pegue la gana, hagan lo que quieran, total con el voto o sin el voto es lo mismo. Lo que a mi me importa es encontrar un insecticida efectivo, para acabar con los corruptos y encontrar a los honestos. ¡Dura tarea! No creo en los “amaneceres” ni en las “asambleas de barrio”; creo en la oportunidad para que los jóvenes estudien y trabajen. Con eso me mantendrán a mi y a todos los viejos que para suavizar nos cuelgan la medalla de la “tercera edad”. ¡Pamplinas! No creo en los centenares de cámaras de circuito cerrado que tanto dinero costaron o por lo menos así, nos dijeron; porqué, porque, la mayoría no sirve y los empleados se hacen “pato” y si de algo sirven es, para nada. Creo en la organización comunitaria y social y así nos cuidamos todos contra todos. Y no esa vigilancia de “cebo”. Tampoco creo en la “vigilancia nocturna” de Tuxtla Gutiérrez y otras subrayadas ciudades, cuando está comprobado y que lo digan las muchachas y muchachos (ojo) cómo LAS y los patrulleros, los bajan de los carros y hasta por 50 pesos los dejan libres. Los “patrulleros” hasta zonas estratégicas tienen, como estratégicas son las colonias en donde van a cobrar su “chivo” para dejar que la delincuencia y delincuencia organizada “trabaje”. Me repugna el “buen fin”, el reemplazo de “focos ahorradores”, y muchas ocurrencias más, por el servilismo empresarial y el beneficio que solo cree el articulador de tal falacia aquel necio que no entiende. Mención aparte las millonarias campañas de publicidad en las Televisas y las Aztecas, pagadas por los sobrados ocurrentes. Tampoco creo en la “chatarra” que nos vende Estados Unidos de Obama y que el gobierno paga a precio de oro, para que aquí digamos que gracias a los “equipos de vanguardia” detectamos a migrantes y que luego del Vo. Bo., de derechos humanos los mandamos a su casa. No creo en los demás derroches de “70 y más”, demasiado dinero perdido sin beneficio real. Tampoco creo en “taxista vigilante”. Que se ha convertido en puro “cotorreo”, menos en servicio social. Disque, para detectar baches y proporcionar seguridad. Mejor, que los funcionarios dejen el escritorio, se quiten la gafas y miren; y a los policías (que dejen de encarcelar inocentes y liberar delincuentes), que abandonen los cuarteles, desquiten el sueldo y se guarden los militares que ellos; ellos, están diseñados para otros menesteres. No estoy de acuerdo. No. En deshonestidades disfrazadas de lo contrario o en la búsqueda de corruptos sagaces para que escondan sus tramposas actividades. No creo en la sobada defensa de México y de Chiapas, cuando la verdad es al revés. Creo en todos aquellos y aquellas, que, sin necesidad de órganos de fiscalización son honestos e incapaces de robar un peso y si es del pueblo, menos. Creo y tengo fe en la transparencia y pulcritud en el uso de recursos. El problema es, dónde están los incorruptibles para que manejen esos dispositivos de control. En lo que no creo es que, ente las casta voraz de la política haya hombres y mujeres limpios y honestos y si los hay que me digan dónde están. Me gustaría saludarlos. Si como dicen los políticos e incluso la Constitución todos tenemos derecho a ser presidentes, diputados y gobernadores. Seguramente también tenemos derecho a conocer a los honestos. ¿Ontán? Rechazo las ocurrencias del tanto más cuanto y el circo maroma y teatro con tal de distraer al pobre pueblo que por todo se emboba a lo mejor es por el estratosférico incremento del salario mínimo tasado por la comisión (idem) de 4.2%, es decir, 2 pesos 63 centavos de aumento. “P’a…su mecha”.

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