Aguilar Bodegas acusa a Sabines de un terrorismo de Estado en su contra.
Se autodestapa como aspirante a la precandidatura y lanza los primeros ofrecimientos.
POR MIGUEL ANGEL CARRILLO BARRIOS.
Con la firma y pago de un doloso y amplio desplegado a la prensa nacional, el ex candidato priísta, ex senador, diputado local, federal y presidente municipal de Tapachula, José Antonio Aguilar Bodegas, se autodestapó ayer como aspirante a la precandidatura de la gubernatura de Chiapas, por segunda ocasión usando como un verdadero slogan político, verdades a medias y una fuerte dosis de calumnias, diatribas en contra del actual gobernador de Chiapas, en la que se queja de una persecución política inexplicable y de paso una supuesta violación de sus garantías de seguridad jurídica.
En el último párrafo del comunicado que enviara Aguilar Bodegas, textualmente dice: “Junto a la población de Chiapas caminaré en construir una nueva alternativa de gobierno que lleve a la paz social, a la generación de empleo, a detonar la inversión y a garantizar la seguridad y el pleno respeto de los derechos que tenemos todos los habitantes de nuestro estado”. En este texto, el también exsecretario de la SAGAR, como se le conocía antes a esa institución, pareciera que ya estuviera en campaña abierta o hablara como candidato declarado.
No se pueden negar los desatinos del Gobernador Sabines, pero tampoco se pueden omitir sus aciertos y en el balance de ambos factores y la comparación de gobiernos priístas, podría decirse que hay logros; hoy los chiapanecos ya pueden asegurar que no serán arraigados sin la legítima garantía de seguridad, tampoco podría negarse la construcción de hospitales, que aunque no funcionan como se debe pero ya existen; sería nefasto hablar que la cobertura educativa sigue como estaba allá por los años 80 o 90, ridículo sería decir que las mujeres chiapanecas hoy guardan un estatus legal de gran equidad en sus derechos, también sería injurioso afirmar que miles y miles de personas de la tercera edad no se les regresa algo de lo que para el México de actual contribuyeron con su trabajo, entre tantas cosas.
Sería lesivo para la ética profesional de un comunicador precisar que no hay errores, que hay muchos funcionarios que se han aprovechado, que todo es miel sobre hojuelas en el ámbito de procuración y administración de justicia y avallasamiento de legisladores en la protección de alcaldes corruptos, aunque en estos dos rubros es ignorancia plena culpar al gobernador Sabines si de hablar de soberanía de poderes se trata, que es donde se encuentran muchos priistas enfrascados y sobre todo el poder legislativo con mayoría relativa de priístas.
Aguilar Bodegas, podría decirse que está aprovechando un espacio y una coyuntura equívoca de no reconocer aciertos y colocar a Chiapas en un Estado de terror cuando habla de su trabajo con los Alvares Puga, de los cuales, debería ser la Procuraduría General de la República que se aboque a las investigaciones de presuntos fraudes fiscales y otros elementos de los que muy poco conocen y si se trata del supuesto aniquilamiento de la prensa local (no nacional), podría asegurarse que no existen cambios, pues eso ha ocurrido durante el siglo pasado y posiblemente lo seguirá mientras que la verdadera democracia que todos pregonan pero que nadie respeta, exista.
Por otra parte, el ex senador, advierte o presume que el pueblo de Chiapas, pareciera que lo aclama para su candidato y que eso es el factor de su supuesta persecución, pero hay que aclarar que en la entidad y en casi todos los mexicanos, no hay capacidad de retención ni de comparación de lo hecho y deshecho por los mandatarios pasados, de aquellos que les es muy cómodo ofrecer durante la campaña política y dar la espalda cuando se encuentran como alcaldes, como diputados, senadores, gobernador y presidentes de la república, por lo que puede precisarse que solamente cuando haya un verdadero voto razonado, los políticos dejarán de ver en los electores a un verdadero botín de enriquecimiento bajo el membrete de gobernantes o políticos.
Nada más ruin y vil puede ser aquel que de la basura hace fuego y de la esencia una nada, nada apreciables pueden ser aquellos que una vez dejado cargos se olvidan de los electores que son únicamente, escaleras de poder, nada confiable es todo hombre que haya prometido y olvidado y cuan despreciable socialmente puede ser aquel que con una diatriba, con la venta de la mentira, con la insaculación del error, pretenda lavar u olvidar el pasado negro del cual está formado y que en cuyos principios no existe el escrúpulo humano.
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