*** “A la par el grupo de trabajo
de compensaciones por REDD+ (REDD+ Offset Working Group –ROW-) está buscando
validar estas negociaciones mediante su línea técnica de expertos. Por Chiapas
participa Rosa María Vidal, Directora de Pronatura Sur, Chiapas. Esta
validación sólo busca refrendar el esquema REDD+ y así se pueda afianzar este
negocio que significa la puesta en venta de la biodiversidad, bosques y
territorios de comunidades indígenas y campesinas”…
Por Eleazar Domínguez Torres
Tuxtla, Gutiérrez Chiapas, 29 de abril de
2013.-Diversas organizaciones ambientalistas y sociales con fuerte presencia en
la entidad emplazaron al Gobernador del Estado de California; Sr. Jerry Brown,
como al grupo de trabajo sobre Compensaciones (REDD “offsets” ), al Consejo de
Recursos del Aire de California, a la Agencia de Protección Ambiental, para que
de manera inmediata se ponga fin al programa de economía verde, suscrito entre
el estado de California en los Estados Unidos de Norteamérica, Brasil y Chiapas.
En un documento en poder de esta casa
editorial, El Movimiento Mexicano de Alternativas a las Afectaciones y Cambio Climática
MOVIAC-Chiapas, Otros Mundos, Movimiento de Afectados por las Presas y en
defensa de los ríos MAPDER-Chiapas, Red Mexicana de Afectados por la Minería –
Chiapas, así como diversas organizaciones sociales solicitan de manera urgente
se ponga fin al programa de Reducción de
Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques+ (REDD+), toda vez que
aseguran que dicho programa se inscribe como parte de las negociaciones
relacionadas al cambio climático, baja de emisiones y su posible solución
mediante la compra de bonos de carbono en países del Sur tropical, pero que a
la postre no tiene beneficios directos a las comunidades.
Al tiempo que denuncian: “a la par el grupo de
trabajo de compensaciones por REDD+ (REDD+ Offset Working Group –ROW-) está
buscando validar estas negociaciones mediante su línea técnica de expertos. Por
Chiapas participa Rosa María Vidal, Directora de Pronatura Sur, Chiapas. Esta
validación sólo busca refrendar el esquema REDD+ y así se pueda afianzar este
negocio que significa la puesta en venta de la biodiversidad, bosques y
territorios de comunidades indígenas y campesinas.
El Estado de California, en lugar de atacar
las causas que provocan sus emisiones de GEI, opta por la lógica de la
acumulación del capital, su compensación, comprando créditos de carbono -que
jurídicamente- le permitan continuar reproduciendo su modelo depredador y
consumista, alegando además que con ello contribuye a la protección de las
selvas en Chiapas y Acre, pero sin mencionar los bionegocios que hay detrás de
este supuesto altruismo; aunque omitiendo la destrucción de la biodiversidad y
del medio ambiente en general que conlleva; y al desarrollo sustentable de los
pueblos que las habitan, ocultando sus consecuencias como la fractura cultural
y organizativa de las comunidades.
El Estado de Chiapas en México,
con el apoyo y dirección estratégica del gobierno de la República, pretende
asegurar su devastador negocio local de biocombustibles, al que denomina
‘energía limpia’, por un lado; y garantizar a los inversionistas trasnacionales
y al coyotaje ambiental nacional (ex funcionarios ambientales y ONGs
conservacionistas), los negocios verdes como la biogenética, mediante la
conservación de la biodiversidad de ecosistemas más protegidos, ubicada en su
inmensa mayoría en territorios indígenas. Por el otro, además de acompañar esta
versión de “Energía Limpia” con la instalación de megaproyectos de plantas
eólicas y presas en el estado de Chiapas”.
Los ambientalistas consideran que el programa
REDD+ es la nueva versión, que se desarrolla e impulsa bajo el pretexto de la
crisis climática, pero que no es otra cosa que una vieja forma de colonialismo
en la que se promueve la apropiación de las tierras y territorios mediante el
despojo, los desalojos violentos directos, o su arriendo perpetuo a las
comunidades indígenas poseedoras.
“Esto evidencia la incongruente lógica del
capitalismo verde, que promueve, por un lado, con su opción “climática” de
biocombustibles, la destrucción de los corredores biológicos en zonas bajas de
las selvas y por otro lado la conservación de la biodiversidad en las áreas
protegidas vecinas. Otra incongruencia se manifiesta entre los programas de
conservación y la instalación de proyectos mineros en las Áreas Naturales
Protegidas”.
Luego de asegurar que el
mecanismo REDD+, en Chiapas, ya está siendo implementado en sus etapas piloto,
voluntario o como quiera llamársele, y que lamentablemente les ha dejado
grandes y esclarecedoras lecciones, puntualizan que no respetan los derechos de
los pueblos indígenas al no informarlas ni incluirlas en las consultas que bajo
el pretexto de energías limpias, y lo que en verdad se viene impulsando, “son
los megaproyectos de minería, presas y parques eólicos”, finalizan.